10 noviembre 2007

Desayuno en la cama: un toque romántico para comenzar el día

No importa quién lo haga, si es una sorpresa o no, si los dos se levantan temprano o uno solo es quien anda por la cocina; preparar el desayuno y volver a la cama, es un detalle que los hará compartir el inicio de un maravilloso día, acompañado de un buen platillo.

Aunque esto les suene anticuado, nada se compara con la sensación de despertar en un cuarto cubierto por la luz del sol, las cortinas moviéndose con el viento y el olor del café recién hecho que llega desde la cocina... suena como un sueño ¿verdad?, pues los invito a que lo hagan realidad ¿cómo?, muy fácil:

1. Sencillez ante todo: Si quieres sorprender a alguien con el desayuno en la cama, no pretendas pasar horas en la cocina haciendo platillos exhuberantes que te lleven demasiado tiempo y esfuerzo. El chiste es que en el menor tiempo posible prepares el desayuno y lo acomodes en alguna charola o en mesitas especiales para la ocasión. Si haces un menú sencillo, cocinando lo que sabes hacer, nada te puede salir mal. No es momento para hacer experimentos.

2. Todo a la mano: Asegúrate, con anterioridad, de tener todo lo necesario para hacer el desayuno: Los ingredientes: fruta, huevos, leche, harina, etc. Los utensilios que usarás para hacer los paltillos: sartén, batidora, licuadora, etc.

3. Antes de cocinar: Prepara las mesitas o charolas para llevar el desayuno. Si lo preparas con tiempo de anticipación, puedes comprar estas mesitas en cualquier tienda departamental y no son muy caras. Necesitarás algunas piezas de tu vajilla, así como cubiertos y cristalería: dependiendo lo que prepares, lo que puedes llegar a necesitar será un plato extendido grande, otro mediano, una taza con su plato correspondiente, un plato para el pan, otro más para la mantequilla o mermelada, una cremera y un vaso o copa para jugo y agua para cada charola o mesita. Los elementos con las que lo decorarás: un pequeño mantel para cubrir la charola y servilleta de tela que haga juego con el mismo. Puedes elegir la mantelería tan formal o informal como desees. Una vez que hayas decorado o preparado la charola, ponla a un lado; si quieres puedes ponerle un pequeño jarrón con flores frescas para que luzca aún mejor.

4. Primero lo frío: Si prepararás cosas calientes, será mejor que las dejes para el final. Por ejemplo, primero parte la fruta, haz el jugo, corta lo que se necesite para preparar los platillos calientes, etc. Una vez que tengas todo lo frío bien puesto en la mesita, será momento de preparar lo caliente: haz los huevos, mete las crepas al horno, tuesta el pan y sirve el café.

5. Prepara el café: No hagas el café desde el principio porque no sabe igual recién hecho, que una vez que ha estado media hora o más, calentándose en la cafetera, además de que se puede quemar. Así que hazlo y sírvelo cuanto antes.

6. Si no sabes cocinar: No te preocupes si la cocina no es tu fuerte; el desayuno puede ser tan sencillo como un platón de cereal con leche. La gracia está en los detalles que harán que la charola luzca encantadora: Lleva el cereal servido en el platón con fruta fresca partida sobre el mismo y la leche en una jarrita aparte. Coloca además, pan tostado o pan dulce y bolitas de mantequilla hechas con una cucharita pequeña en un plato aparte; puedes poner en este mismo plato una pequeña ración de mermelada. Para hacer unos mejores huevos revueltos, al momento de estarlos batiendo, ponle unos pequeños chorritos de leche y pimienta y no los dejes cocer mucho... con esto lucirán aún mejor. Sirve el jugo fresco en una copa en lugar de un vaso y utiliza una vajilla bonita. Corta la fruta en rodajas del mismo tamaño y colócalas en el plato de forma decorativa.

7. Todo listo: Si la comida caliente ya está lista, distribuye todo en la charola o mesita, pon un poco de música alegre y romántica y llévale a tu pareja el desayuno a la cama. La verdad, ¿a quién no se le antoja que le hagan un detalle tan romántico como éste?

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