No es una cuestión de peso. Tanto las mujeres rellenitas como las flacas descubren antes o después el horror: ha llegado la celulitis.
El 90 por ciento de nosotras la padecemos, la piel de naranja está relacionada con la actividad hormonal y con la capacidad reproductora de la mujer. No hay que desesperar: para acabar con ella es preciso seguir al pie de la letra pocos consejos, pero importantes.
Éstas son nuestras armas:
1. Prevención. Evitar la celulitis con ejercicio, masajes, ropa menos ajustada, un poquito menos de sal en las comidas y todo este tipo de cosas sería lo ideal. Pero como esto en nuestro caso ya es inútil, vamos con la segunda fase.
2. Eliminarla. En realidad es casi imposible que desaparezca: hay que intentar dispersarla. Ésta es la parte más dura, pero también la fundamental. En cuanto aparezca para recordarnos que el nuestro no es un cuerpo perfecto puede extenderse rápidamente.
Es muy importante hacer ejercicio, sobre todo trabajar las zonas en las que se localice (por lo general en muslos y cartucheras) para que éstas se oxigenen mejor. Una dieta equilibrada sin alimentos ricos en grasa o harina refinada ayudará a frenar la piel de naranja.
Hay que evitar lo que siempre nos han advertido: la carne de cerdo, la pizza, el chocolate, los pasteles, helados, el alcohol, las bebidas gaseosas, los picantes, etc.
3. Mantenimiento. No hay que bajar la guardia, aunque ya no nos vayamos a poner el bikini, la lucha continúa. Para mantener la piel firme, el uso de las cremas anticelulíticas –precedidas por las exfoliantes para que el producto penetre mejor- son imprescindibles. Una ducha de agua fría de vez en cuando no viene nada mal para que la piel no se resienta. No conviene abandonar la alimentación, aplicar algún masaje de drenaje linfático, caminar y no olvidar lo que se sufre para echarla del cuerpo.
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