10 noviembre 2007

Era mi mejor amigo

Hubo una vez dos buenos amigos.
Eran inseparables, eran una sola alma.
Por alguna razón sus caminos tomaron rumbos distintos
y se separaron…
Yo nunca volví a saber de amigo hasta el día de ayer,
después de 10 años en que, caminando por la calle,
me encontré a su madre.
La saludé y le pregunté por mi amigo.
En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas
y me miró a los ojos diciendo

“¡Murió ayer!”.

No supe que decir, ella me seguí mirando y pregunté
como había muerto.
Me invitó a su casa, al llegar ahí, me ofreció sentarme
en la vieja sala donde pasé gran parte de mi vida
siempre jugábamos ahí mi amigo y yo.
Me senté y comenzó a contarme la triste historia:
“Hace dos años le diagnosticaron una rara enfermedad,
y su cura consistía en recibir cada mes una transfusión de sangre durante tres meses,
pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?
Si, igual que la tuya.
Estuvimos buscando donadores y al fin
encontramos a un señor vagabundo.
Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo,
no quiso recibir la sangre del vagabundo,
decía que de la única persona
de quien recibiría sangre sería de ti,
pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches:
“no lo busquen, estoy seguro de que mañana si vendrá “.

“Así pasaron los meses,
y todas las noches se sentaba en ese mismo sillón
donde estas ahora y rezaba por que te acordaras de él
y vinieras a la mañana siguiente.
Así acabo su vida.
En la última noche de su vida, aunque estaba muy mal,
sonriendo me dijo:
” madre mía yo se que pronto vendrá mi amigo,
pregúntale por que tardo tanto y dale esa nota
que esta en mi cajón”.

La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía:
“Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco,
pero no importa, lo importante es que viniste.
Ahora te estoy esperando en otro sitio,
espero que tardes en llegar pero mientras tanto,
quiero decirte que todas las noches rezaré por ti
y desde el cielo te estaré cuidando mi querido y mejor amigo”.
“¡Ah! ¿Te acuerdas por que nos distanciamos?

Sí, sí….fue por que no te quise prestar mi pelota nueva,
¡ja, ja!, que tiempos….éramos insoportables bueno,
pues quiero decirte que la he conservado para regalártela,
espero que la cuides como yo.

“¡Te quiere mucho tu amigo por siempre!”
¿Te suena conocida esta historia?
No sabes cuánto me arrepiento de no haber ido con mi amigo
y decirle tan sólo una vez más

¡TE QUIERO Y ERES MI MEJOR AMIGO!....
Pero mi orgullo era más grande, no le podía perdonar
que no me hubiera prestado su pelota nueva.
¿Cuántas veces no hemos perdido a un amigo,
por insignificancias como éstas? Hoy te cuento
mi historia para que no te pase lo mismo que a mí.
Si tienes un amigo dile lo mucho que lo quieres y,
si por alguna razón lo ha perdido, piensa que nos es así,
simplemente se han separado un poco,
pero estás a tiempo de recuperarlo.
No dejes que tu orgullo pueda más que tu corazón te lo dice una
persona que perdió a su amigo por culpa de su orgullo.

Comparte este mensaje con todas aquellas personas que has perdido y que en este momento te hacen falta.

Si quieres un enemigo escoge a un amigo, él sabrá donde herir

La amistad es como el mar, se conoce el principio pero no el final

Los verdaderos amigos pueden crecer separados
sin quedar divididos por la distancia

Que difícil es ganar un amigo en un año, y que fácil es perderlo en un momento”

No hay comentarios.: