Para muchas personas, la palabra dieta significa erradamente prohibición, régimen estricto y hasta llegan al extremo de no comer, con tal de bajar de peso y verse bien. Sin embargo, olvidan que la dieta es un sistema de alimentación balanceado y permanente que incluye frutas, verduras y hasta los postres. Éstos también forman parte de su rutina alimenticia y de sacarlos radicalmente de su dieta, pueden hacer que su cuerpo no funcione de manera correcta.
Los postres como el arroz con leche, pastel de manzana, etc., que forman parte de los azúcares, son importantes porque alimentan al cerebro de energía, reducen el estrés y mejoran el sistema nervioso central. Sin embargo, estos deben ser consumidos no más de dos veces por semana.
Hay personas que para tratar de bajar de peso, suprimen alimentos en su dieta, como las grasas, azúcares y carbohidratos. Haciendo esto creen que la reducción de peso será rápida, pero cometen un grave error, ya que bajarán, pero a costa de la masa muscular. Es decir, el organismo, al no encontrar energía para realizar diversas actividades, la obtendrá a través del músculo que poco a poco se reducirá.
Los especialistas advierten, además, que debemos tener mucho cuidado con las dietas estrictas, pues el cuerpo no podrá producir eficientemente los llamados 'cuerpos cetónicos', que son una fuente alternativa para obtener energía para el cerebro y otros tejidos. Cuando esa deficiencia sucede, se pueden ver los siguientes síntomas: aliento sabor a manzana, mareos y dolores de cabeza, pérdida del tejido óseo y, finalmente, deterioro de la salud y calidad de vida.
