La depresión en los perros

Si antes tu perro era cariñoso y juguetón, pero ahora se aísla o vuelve violento y destruye todo lo que encuentra, podría estar atravesando por un cuadro depresivo del cual podrías incluso ser responsable.

Aunque ante una conducta extraña el animal debe ser llevado al veterinario, no siempre existe un mal físico detrás de los cambios en su comportamiento.

Descartada una enfermedad corporal, la depresión podría ser la causa del nuevo accionar de su fiel amigo.

Es común que el amo sea el responsable de la depresión del perro, cuando este percibe un sentimiento de rechazo.

Por ejemplo, si se le dejó de acariciar o sacar a pasear, algo que lo aburre, al igual que dejarlo solo largas horas o pegarle para "educarlo", entre otras cosas.

Ante esas situaciones, tu mascota se sentirá, obviamente, rechazada por la que considera su familia y expresará su molestia o desazón con conductas violentas o se recluirá en algún lugar apartado, lejos de la gente.

Frente a ello, el amo debe identificar el motivo de la depresión y satisfacer las necesidades emocionales de la mascota. Por ejemplo, dándole afecto o sacándolo a pasear, a jugar o hacer ejercicio, dependiendo de la raza. Ello contribuirá a que recobre la felicidad de vivir con su familia humana.