17 septiembre 2009

No a los dientes torcidos, apiñados


No solo las caries, sino los dientes torcidos, apiñados o distanciados, causan problemas para comer (mala masticación), hablar (dificultad para pronunciar bien algunos sonidos) y para la estética facial que afecta la autoestima.

El tratamiento de ortodoncia puede colocar los dientes en correcta posición con arcos (alambres) y brackets; y aunque muchos adolescentes se animan a usarlos, varios se resisten por miedo a que sea incómodo y a que les digan que su boca 'tiene fierros'. Sin embargo, el médico ortodoncista José Luis Pérez Ramos, de 'Orthodontic Center', explica que hoy existen tratamientos cada vez más estéticos y fáciles de llevar.

"En la parte vestibular (cara externa y visible dental) se pueden colocar brackets metálicos o estéticos (de porcelana o de zafiro que es casi invisible). También existe la ortodoncia lingual (cara interna dental), que se creó para los que hacían deporte con riesgo de golpe, pero que ya se usa con fin estético porque no se ve y la adaptación es más rápida", señaló.

No daña, sino corrige
Todo tipo de brackets incomoda y, en los primeros días, los vestibulares suelen irritar la mucosa de los labios; lo que no ocurre tanto con los linguales, pues su superficie más lisa hace más rápido el deslizamiento por el alambre y menor el tiempo de tratamiento (además la lengua se acostumbra rápido).

Pérez Ramos aclaró que la estructura dentaria no se daña por los brackets, sino por la mala higiene. "En los dientes con ortodoncia lingual, la saliva y lengua facilitan la autolimpieza, siendo menos propensos a caries o problemas de esmalte que con brackets vestibulares", afirmó.

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